Según el Ministerio Público, los imputados se concertaron en Perú con la finalidad de ganar dinero a través del ingreso de migrantes a Chile. Para ello, reunieron el día jueves 3 de septiembre, a un grupo de ciudadanos venezolanos que querían ingresar a Chile a quienes, previo pago de entre 190 y 500 dólares cada uno, trasladaron en un microbús hacía el límite fronterizo, el cual cruzaron por un paso no habilitado. Tras una caminata que duró más de 10 horas, personal del Ejército que patrulla la frontera ubicó un grupo –entre los que estaban los 3 imputados junto a una madre con su hija de solo 2 años– transitando en forma irregular por el sector fronterizo del Hito 18, por lo cual se dio aviso a personal policial.